Un niñ@ bueno es lo mismo que decir un niñ@ sumiso, sometido, reprimido. Se traga su enfado y su rabia ante tanta imposición de los adultos.
No puede expresarse, no puede expresar toda la gana de colores, sensaciones, emociones que le van dado su sentido de ser único, de tener un mundo propio, deseos propios, una mente propia, diferente de sus progenitores.
¡Cuánto daño hace esta actitud de manipulación, maltrato, distorsión de la realidad y negación de la individualidad del niñ@!
Comentarios de pacientes:
–“Obedecer siempre, conformarme con lo que me mandaban y decían, la voluntad de mis padres, sus deseos. Delante de los demás resaltaban lo buena que era, qué niña más buena. Así que aprendí a guardar silencio, a ser quien ellos querían y a hacer lo que se esperaba de mi”.
–“No, no hagas esto, no hagas eso, ¿tú eso para que lo necesitas?. Yo me callaba, no se para que me preguntaban qué me gustaba, siempre elegían ellos. Si no contestaba lo que ellos creían ser lo mejor (el mejor color, modelo, etc.) me decían ¿estás seguro? Tú verás, es mejor este. Así que al final, me callaba, dejaba que ellos eligieran lo que quisieran y yo me sentía fatal.”
–“Me he perdido tantas cosas”; “yo no quería ser bicho, traviesa o mala”; “ahora no puedo, no se que quiero, qué siento”; “tengo dificultades para decidir, no se qué me gusta, qué es mejor para mí, qué quiero, siempre dudando, prefiero que alguien elija por mi”.
–“Miedo a hacerlo mal, a que me regañen, a que se enfaden, a ver la cara de papa, mama enfadada, triste: “haré lo que sea, seré quien quiera que sean para que no se enfaden”. Miedo a eso: a que se enfade papa, mama, el profe, la profe, la abuela, el tío,…”
–“No me atrevía a hacer nada fuera de lo normal, habitual, no te atreves a hacer nada”.
–“Papa decía: “es muy buena y saca buenas notas, es lista. Así me describía papa”.
–“Cállate que nos van a pillar”: el miedo cuando haces algo que no está permitido dentro de toda esa represión, necesidad de esconder, ocultar.”
–“Es una losa, a la mínima me castigaban, me regañaban delante de todos. Ahora me doy cuenta de que me ridiculizaban, me humillaban. Yo me sentía tan culpable, tan mal, creía que era mala”.
–“Las niñas buenas no piden, no preguntan, cuando vamos de visita están calladitas, quietecitos, no molestan a los adultos, cuando hablan los adultos callan.”
–“Te aplastan, no te ven, no te escuchan”.