La diversidad hemos aprendido a vivirla como una amenaza.
Mostrarse, con las cualidades y talentos propios, supone una amenaza, un motivo de crítica y juicio para algunas personas.
(Foto: El Roto, Periódico el Sur, 7 Julio 2016).
Los comportamientos de crítica, juicio, ataque surgen del miedo, de la inseguridad. De la antigua creencia basada en el miedo de “o tú o yo”. Y llevan a la rigidez, a experiencias limitadas.
La diversidad, el talento, lo único del otro, me enriquece, me enseña, da flexibilidad a mi mente, emociones, cuerpo, a mi mundo.
Aquí os dejo un hermoso ejemplo, una entrevista a Pablo Pineda.
Alrededor de cada uno de nosotros hay muy buenos ejemplos en el día a día y cada uno podemos atrevernos a ser ese ejemplo de flexibilidad, curiosidad, empatia, entusiasmo y pasión.
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