TESTIMONIO EN CONSULTA:
“Cuando pierdo el control no me reconozco. Empiezo a gritar. Siento que no me entienden. Me siento fatal, es terrible”.
Perder el control, gritar, no poder explicar qué te ocurre son consecuencias del trauma.
En estos momentos no puedes pensar, solo reaccionar, no sientes el daño que causas a los demás ni el miedo en los ojos del otro en ese momento.
Luego sí, puedes darte cuenta o quizás no te acuerdes, puede que tengas lagunas de memoria, dolor de cabeza.
No sentir el trauma aculumado dentro de ti te hace daño y hace daño a los que te rodean.