Es importante tener claridad, dedicar el tiempo necesario a estar claro y el mayor obstáculo suelen ser las dudas mentales.
En la consecución de los objetivos hay momentos enérgicos y que requieren actuar con decisión, y muchas veces con precisión. Esos momentos van acompañados de otros de flexibilidad, suavidad y dejarse llevar.
La fuerza del fuego y la suavidad de la brisa suave, el agua que fluye constantemente.
La suavidad puede pasar desapercibida, no ser valorada y, en cambio, es fundamental, decisiva.
A veces el avance en en tu objetivo es visible y otras veces es tan sutil que no lo ves, no lo notas.
En el movimiento del Tao los opuestos se complementan y son necesarios, unen su sabiduria y fuerza.
Justo cuando uno se agota, incluso desvanece, es el momento del cambio de ritmo, de cambio de estrategia, seguir igual no trae beneficos sino bloqueos.
A veces el mayor esfuerzo es la suavidad. Mantenerte atento para cuando llegue el momento de la acción y de intervenir ante el obstáculo interno o externo que se presente. Y ten seguro que los obstáculos vendrán, queriendo interferir, socavar tus esfuerzos. Ese es un buen momento de creatividad, de abrirte a encontrar en ti nuevos caminos sin explorar.
¿ Y si los obstáculos fueran la manera de sacar lo mejor de ti, de explorar nuevo territorio, de sacar habilidades no expresadas?
Ten confianza y sigue perseverando, paso a paso, y el tiempo irá a tu favor. Aun cuando no veas resultados visibles, sigue, si tienes la pasión, el corazón en ello, lo lograrás.
El avance cuando toca que sea lento se hace más diícil, sigue constante. Los frutos iran llegando. Manten el ritmo y sigue.