Muy recomendable la película de Montxo Armendariz, “No tengas miedo”:
Los abusos sexuales a los niños/as dentro del núcleo familiar y en el entorno (familia más amplia, colegio, instituto, vecinos, amigos de la familia, etc.) desgraciadamente son demasiado frecuentes.
Nueve puntos a tener en cuenta:
1º/ El abusador elige a su víctima, elige a los niños/as desprotegidos, donde la familia no está presente emocionalmente, donde no se dan cuenta de los cambios tan claros que ocurren en el niño/a. Cualquier adulto en el entorno que sabiéndolo no hace nada es partícipe de ello, se convierte en cómplice.
2º/ Estar presente emocionalmente para los hijos/as, protegerlos, marcar el territorio.
Me comentaba un compañero psicólogo que conoce muy bien el perfil de los abusadores que cuando sus hijos cambian de profesor siempre va él en persona, como padre(la madre también por otro lado, es dierente), se presenta y le mira a los ojos transmitiéndole el mensaje “..estos son mis hijos y yo su padre..” marcando el territorio, ” ..y ni se te ocurra hacerles daño”. Porque sabe que detrás de las ovejas hay muchos lobos escondidos que no se ven, y con los hijos/as hay que marcar el territorio a los adultos de alrededor.
3º/ No dejar solos a los niños con ningún vecino, amigo, cuidadoras, etc. a menos que tenga confianza y aun así observar la conducta del niño/a cuando se queda y cuando vuelve, ¿cómo reacciona? ¿está alegre? ¿habla y nos cuenta? ¿se le ilumina la cara?
4º/ Los niños/as siempre dejan señales, siempre gritan en silencio pidiendo ayuda. No pueden decir lo que les a pasado, hay que observar y preguntarles: “¿has jugado mucho? ¿te lo has pasado bien?”, “¿a qué has jugado? ” No como un interrogatorio sino como un compartir.
Observar los ojos, la mirada, si estan habladores, si se aislan, dejan de comer, van mucho al baño, se lavan mucho las manos, estas asustados, no duermen, lloran…
La clave no son cada uno de estos síntomas sino la combinación, el cambio en la reacción del niño/a.
Uno de los últimos casos con los que estoy trabajando en consulta es con una niña de 4 años, los padres se dieron cuenta de que algo pasaba y es acoso escolar, ya tan pequeños hay niños tan dañados que hacen daño a otros. Gracias a los padres, a estar presentes y a su responsabilidad en pocas sesiones los cambios estan siendo enormes en la niña.
5º/ Al trabajar los abusos sexuales el dolor y el odio más grande es hacia el progenitor o progenitores que no te vieron, que no te escucharon, que no hicieron nada por sacarte del infierno que como niño/a estabas viviendo, qué estaban tan ausentes. No hay excusas para no haberse enterado de lo que estaba ocurriendo. No hay excusas para que nadie del entorno se de cuenta.
6º/ Suele repetirse en el sistema familiar. He visto casos del abuelo que abusó de la hija y luego de la nieta. Hermanos, tios, hombres y mujeres. Los abusos sexuales no los realizan sólo y exclusivamente los hombres, también las mujeres. Recuerdo un caso que llevaba una compañera en que los abusos los realizó una tia.
7º/ Y todavía seguimos diciendo que el niño/a tiene mucha imaginación, que se lo ha inventado, etc. Hay ya muchas maneras de saber si eso es así o no, las secuelas no se inventan, no se imaginan. Y aun en los raros casos en que pudiera ser así sigue ocurriendo algo muy grave dentro de la familia, no se puede mirar a otro lado. Los niños/as no inventan ni imaginan abusos sexuales. Los jovenes o adultos pueden hacerlo por diferentes razones y siempre esta pasando algo grave.
8º/ Las secuelas de los abusos sexuales son muy profundas en el cerebro y en el cuerpo.
9º/ El abusador no lleva un cartel, generalmente son personas carismáticas, descritas como buenas personas, buena gente, a los que publicamente no se les ve ningún comportamiento que salte la alarma. Hay que mirar detenidamente y sobretodo mantener a los hijos/as protegidos, con la atención puesta en su comportamiento, en las personas con las que ellos se sienten incómodas.
Los abusadores a los que se ven son los pocos, la mayoría pasan desapercibidos y siguen…..
Y siempre, ante estos casos o en duda acudir a un profesional.