Tú comienzas la paz contigo, rindiendo las armas contra ti, aceptándote, amándote. Desde ahí tienes autoridad para ir más lejos, a tu familia, a tu entorno.
Por favor, ¡busca las maneras, medios, toda la ayuda necesaria para dejar de hacerte tanto daño!
Uno de esos profesores que dejaron huella en mí y me enseñaron mucho, Chuck Spezzano, decía: ” si como te tratas, como te hablas, se lo hicieras a otro ser humano, estarías en la cárcel”.
Confío en que encuentres ese camino de paz, ese camino que está en ti.