Cuando comencé a escribir el artículo sobre los profesor@s y en toda su elaboración mi intención era dar voz a las consecuencias de esas dinámicas de las que soy testigo en la consulta y conozco las secuelas que ocasionan.
Gracias a vuestros comentarios en Facebook, en la consulta, y a un proceso personal de reflexión para entender me he dado cuenta de que al expresar esas vivencias y experiencias de alumnos, internamente estaba excluyendo a otros much@s profesor@s que no están dentro de esas dinámicas.
Así que gracias por cada uno de vuestros comentarios, gracias por enseñarme, por ayudarme a expandir mi visión y reflexión, ¡gracias!
Padres-Profes.
La comunicación padres-profesor@s es necesaria para la educación de l@s hij@s. Necesitan ser colaboradores. Los padres necesitan apoyar eso y ser respetuosos.
Los profesores no son los enemigos, los padres tampoco.
Es alarmante el desprecio a la profesión de educador e igualmente alarmante el trato de algunos profesores a sus alumn@s.
En realidad el enemigo de todo ser humano es su propia ignorancia, falta de indagación personal, reflexión y la del otro.
Profesor@s.
Hay profesor@s que han estudiado para ser educadores y no saben cómo funciona el cerebro de un niñ@ o adolescente y cómo motivarles. Les falta información, medios, herramientas,..
Tienen una gran responsabilidad como educadores, están formando a las siguientes generaciones, influyendo en el desarrollo de sus cerebros, autoestima, desarrollo y adquisición de habilidades, estrategias.
Hay profesor@s que, además, no han hecho ninguna reflexión, indagación personal y la clase, el alumnado es el recipiente donde volcar sus frustraciones, rabia, impotencia, amargura, enfados, vacíos, la necesidad de sentirse importante, problemas personales y carencias.
Muestran incapacidad para motivar, enseñar y ejercer una autoridad desde el respeto, y desde su incapacidad culpabilizan al alumnado y a los padres. Castigan, expulsan, bajan la nota, no llegan a reconocer ni valorar el rendimiento, esfuerzo del alumno. No ayudan al alumno a sentirse orgullo de lo que va consiguiendo, es cierto que quizás sea necesario más esfuerzo, sin valorar lo hecho se desmotivan.
Me pregunto cuál es el objetivo de tomar estas iniciativas y comportamientos, ¿están al servicio del alumnado y la enseñanza? o ¿al servicio de quién están?
Cualquier comentario en el que no se respeta al otro es un abuso, un profesor es un adulto, y cuando realiza un comentario humillante, es un abuso, un abuso de poder y un maltrato. Y al mismo tiempo tampoco se puede permitir la falta de respeto o insultos a los profesores.
Cuesta reconocer que hay estudiantes brillantes que superan a sus profesores, y son castigados, reprimidos, limitados por su capacidad, interés, preguntas,..
Afortunamente cada vez es mucho mayor la movilización entre l@s profesor@s para aprender cómo ejercer la autoridad; cómo sacar el potencial del alumnado, sus recursos, habilidades, valores,.. También ell@s están cansad@s de las incoherencias, de la falta de recursos, de la situación,.. Y también del poco interés de algunos padres que no se involucran lo necesario.
Por otro lado hay institutos y colegios abiertos a colaborar, a escuchar, a darle importancia a la integración de los estudiantes, sea cual sea su historia, sus heridas. Y sus profesor@s, tutor@s, orientador@s están presentes, ayudan, escuchan, intervienen.
Alumnado.
Una de las defensas de estos jóvenes es “paso, me da igual”, “me rindo”, “me creo lo que tú crees de mí, lo que creen mis padres, los que me rodean, etc.”
A veces, el profe es la primera persona que cree en ese estudiante; el primero que le ve de verdad. No se olvida a ese profesor, al que cree en ti, al que te ve, al que te escucha, se implica, muestra que le importas, es respetuoso.
También hay alumnos con tanto dolor, tanto daño que no respetan nada, aprendieron a no respetar porque no fueron respetados, y sí, lo pagan en clase, con los profesores. Y es necesario que el equipo escolar junto con los padres encuentren el camino de recuperar a ese joven. Con los medios adecuados y la actitud sí es posible, sino será otro joven más que perdimos por el camino. No podemos permitirlo.
Conductas.
Hay comentarios de ciertos profesores hacia sus alumn@s que son ejemplos de maltrato dentro del aula, del recreo, de las paredes del colegio.
Dentro de algun@s escuelas, colegios, institutos esta normalizado el abuso verbal: los gritos, críticas, humillaciones, ridiculizar, etc. Se tapa, se mira para el otro lado, y con eso se es parte de los abusos.
Y dicen frases como:”te grito porque no te enteras”; “eres muy tonto, nunca he conocido a un niño tan lento como tú”; “no te da la gana con todo el esfuerzo que yo he hecho en explicártelo”; “eres un vago”; “nunca llegarás a nada, no tienes fuerza de voluntad, amor propio”; “estoy decepcionado con tus resultados, esperaba más de ti”.
“Si te vas a cortar hazlo fuera del recreo que no te vean para no dar mal ejemplo”; “estas equivocada, el comportamiento de tus compañeras no es acoso escolar, lo has interpretado mal”, todo esto mientras el profesor tiene a la adolescente pegada a la pared con las otras compañeras delante”.
La inocencia de un beso, cogerse de las manos, abrazarse, tocarse de l@s niñ@s, en mentes reprimidas lleva a interpretaciones desequilibradas y fanáticas de confirmaciones sexuales reprimidas.
Reflexiones finales.
- Apartar, excluir, ridiculizar, humillar no funciona y hace daño. Te quita autoridad y humanidad. El alumno deja de confiar, se coloca en una actitud defensiva, se refugia internamente y ya no acepta tu autoridad, lo perdiste.
- No hay reflexión ni aprendizaje en esos casos. Lo que hay es una lucha de poder y eso es lo que se le está enseñando al adolescente:
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- Hay premio si te sometes, si no cuestionas, si no piensas, si haces lo que yo te digo porque te lo dijo yo;
- Si me rebelo, desobedezco, no acepto autoridad, gano. Si grito alto, si me tienes miedo, me haces caso, gano. La rebeldía es el camino, el joven cierra su corazón, se endurece, pierde su humanidad. Generar miedo en el otro da poder.
- Y esa es la sociedad que todos juntos estamos construyendo.
- Los padres tienen un papel activo crucial y esencial; y l@s maestr@s, educadores también. Todo el mundo recuerda al maestro que toco e influyo tu vida, para mejorarla o dañarla. Los padres necesitan colaborar con l@s profesor@s.
- Por otro lado, como expreso una compañera en Facebook, no se puede permitir ninguna vejación del alumnado hacia l@s profesor@s. Cuando se pierde el respeto no se puede educar.
- La falta de apoyo, medios, formación,…a los educadores. Una amiga me comentaba de los profesionales que trabajan en las trincheras, donde es tan difícil y solitario el trabajo.
- Reforzar las conductas positivas del alumnado, sus logros, capacidades, hacer un reconocimiento explícito, esto es parte de enseñar y aprender. Se refuerza la autoestima, las ganas de estudiar, se motiva, el estudiante comienza a conocer cuáles son sus cualidades, recursos, habilidades, etc.
- Se malentiende qué es la autoridad y cómo ejercerla desde el respeto. ¿Cómo te posicionas internamente como profesor@? ¿Estás posicionad@ en el adulto que eres o en el niñ@ en ti? Todos podemos y necesitamos seguir aprendiendo, madurando.
- La labor de educar va de la mano con la transmisión de valores.
- Os dejo el siguiente enlace en el que la maestra (durante 40 años) Rita Pierson ofrece una conmovedora e inspiradora charla en la que “insta a los educadores a creer en sus alumnos y para que se conecten verdaderamente con ellos a nivel personal y humano.”
“Los niños no aprenden de la gente que no les gusta”: