La situación que estamos viviendo con el COVID-19 es una crisis, una crisis que genera estrés y es diferente para cada persona según su propia historia de vida, por favor recordar esto.
La OMS nos recuerda la protección emocional a los niños ante esta crisis.
Habrá niños y adolescentes que querrán hablar más, estar más pegados, más nerviosos, y podrán estar más demandantes.
Mantener la calma, la compresión y hablar, expresar, explicar.
Muy importante generar un espacio familiar para explicar a los menores qué es lo que está ocurriendo, qué es este virus, qué cosas hacer para cuidarnos, y dejar expresar miedos, preguntas, y lo que vaya surgiendo.
Para mantener la calma es necesario expresar, hablar, seguir las rutinas que nos dan seguridad y protección. Generar ese espacio familiar donde dar tiempo a hablar del COVID-19, de los cambios que están ocurriendo.
También recordar limitar la información desde las redes sociales y los medios de comunicación, no todo vale, filtrar la información fiable. Y por supuesto como adultos compartir con amigos, colegas, compañeros, para eso contamos con medios como las redes sociales, internet que facilitan este contacto.
Como ADULTOS buscar los recursos para recibir apoyo, información clara, protegerse y desde ese lugar poder apoyar a los menores, dar espacio a expresar las emociones que surjan, cada menor a su manera, sin comparar.
Cada niño, cada ser humano somos únicos y tenemos nuestra manera de expresar.
Generar espacios familiares para expresar emociones, pedir apoyo y seguridad.
Usar recursos no sanos para calmarse como negar la situación, evitar hablar, asustarse en exceso, no parar de preocuparse, de pensar, son intentos de calmarse no sanos que producen mayor malestar y estrés.
Es un gran momento para usar los RECURSOS SANOS de los que ya disponemos.
Este momento pasará, es pasajero aunque no sabemos cuánto tiempo durara.
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