La terapia repara dentro de una relación terapéutica sana, dentro del vínculo seguro que se crea entre la/el terapeuta. En ese vínculo puedes ser vista/o.
En esa relación aprendes, expresas, desarrollas habilidades y recursos.
Es una relación donde sentirte segura/o, con límites seguros y de protección, donde puedes aprender a reconocer tus necesidades, escucharlas y expresarlas.
Puedes expresar vivencias de tu vida que no has podido contar hasta ahora o qué contaste y nadie le dio importancia o no la importancia necesaria.
Ahí puedes reparar tus heridas, integrar tu historia de vida y que tenga sentido.
En ese espacio puedes reparar la relación contigo misma/o, con el otro y con el mundo.