ERES IMPORTANTE. Trátate a ti mismo/a como tratarías a quien más quieres.
Acuérdate cada día: en tu mundo, TÚ IMPORTAS, sin ti, tu mundo no sería posible. Y tu mundo toca a muchos más seres de los que TÚ te crees.
Cuando aprendes cuáles son tus límites, a cuidarte, a ser importante y valioso/a para ti mismo/a, entonces eres un buen ejemplo de nutrición; entonces dejas de ser un peligro para ti, para los demás y para el mundo.