Son enfermedades poco estudiadas, poco entendidas y a las que todavía se presta poca atención. Suelen ser derivados al traumatólogo.
Afortunadamente, cada día más traumatólogos recomiendan a estos pacientes acudir a un psicólog@. ¿Por qué?
Porque hay mejoría en los síntomas al seguir un proceso terapéutico. La medicación, entre la que a veces se incluyen antidepresivos, no son la solución. Son necesarios diferentes cambios en la vida de la persona, como en su autocuidado, en la alimentación,..
La fibromialgia se considera una enfermedad crónica, va acompañada de mucho dolor, fatiga (agotamiento), y otros síntomas como problemas de sueño, dolor de cabeza, irritación intestinal, digestiones lentas, menos claridad mental, problemas con la concentración y la memoria. Por lo que las funciones tanto físicas como mentales se ven mermadas.
El síndrome de fatiga crónica (SFC) se considera un trastorno que deja a la persona sin energía, con un cansancio crónico. La actividad física se ve gravemente afectada, llegando a suponer muchísimo esfuerzo o incluso ser imposible actividades diarias como hacer las tareas de la casa o la higiene personal (ducharse, vestirse,..), también hay una disminución de las funciones mentales.
Como en la fibromialgia también hay mucho dolor en el cuerpo constantemente, el cuerpo duele, el cuerpo pesa; trastornos del sueño y alteraciones del estado de ánimo (puede presentarse ansiedad, síntomas depresivos,..); alteraciones intestinales.
En medicina psicosomática sabemos que tanto en la fibromialgia como en el síndrome de fatiga crónica hay mucha acumulación de aguantar, resistir, callar,…. El cuerpo se ha convertido en una fuente de dolor, un lugar que no es seguro, ni agradable, sino el cúmulo de una historia de trauma que necesita ser reparado.
Desgraciadamente lo qué es el trauma y los efectos del trauma en el presente y en el futuro siguen siendo grandes desconocidos para los profesionales de la salud en general.