Si tus hij@s pudieran pedirte lo que quisieran, aquello que fuera imprescindible para ellos, muy necesario ¿Qué pedirían?
Somos los adultos los que necesitamos rellenar las ausencias con los hij@s de cosas, los niñ@s no, se acostumbran a creer que muchos regalos, muchos objetos les harán feliz. Ya vemos que no, en pleno siglo XXI, en el 2015 los jóvenes no son más felices, los adultos tampoco.
Les enseñamos a sustituir, a llenarse de objetos, posesiones, etc. en lugar de compartir lo que realmente importa porque no hay tiempo para ellos. Y aprenden que todo eso es más importante que el amor, los sentimientos, compartir, la intimidad, la comunicación, y luego nos preguntamos ¿Qué le pasa? No entiendo a mi hij@. Y no nos preguntamos ¿qué estoy haciendo yo equivocado, cómo no estoy ayudando a mis hij@s para construirse en adultos sanos?
Cualquier empresa inteligente, que le importa su negocio, contrata a un profesional para que descubra dónde están los errores, dónde está la espina que impide prosperar, dónde está el bloqueo. Y se nos olvida a veces hacerlo con lo más valioso e importante de nuestras vidas, las personas, seres que amamos.
A tus hij@s muchas veces les falta lo más importante, TÚ, tiempo de calidad, de compartir, de jugar, de reír, de enfadarse cuando sea necesario, de llorar juntos, de negociar, de frustración, de desacuerdos,….etc…Tiempo para expresar. TIEMPO PARA ESTAR, PARA SER.