El niño/niña sobreprotegid@ es una necesidad de los padres, madre, padre, no es la necesidad del hij@.
Detrás de un hij@ sobreprotegid@ hay toda una dinámica familiar y personal del progenitor escondida cuya punta del iceberg y centro de atención es este hij@ o hij@s.
El amor incluye los límtes, decir no a veces; incluye también que hay cosas que haces o dices que no me gustan, puedo no estar de acuerdo y podemos hablar sobre ello, dialogar y comunicarnos.
No necesito negar lo que siento, ignorarlo o mirar hacia otro lado y aparenter que no esta sucediendo. No necesito usar a mi hij@ para seguir en esa dinámica de tapar y ocultarme.
“Te amo, te quiero tanto que te lo doy todo; todo lo hago por ti y para ti”: estas son formas de manipulación encubiertas. Y dicen mucho del progenitor que usa estas frases y maneras de comportarse. Detrás de ellas hay ausencia, hay falta de presencia emocional, de intimidad, de estar presente, de mirar y ver al otro, al hij@, hay carencia en la escucha. Hay mucho de mi como progenitor, de mi necesidad, de mi carencia, de mis miedos, y hay muy poco del otro, el hij@.
Aquí os dejo con esta entrevista a Boris Cyrulnik:
“El niño sobreprotegido es más pasivo”