“Los monstruos son reales y los fantasmas también. Viven dentro de nosotros y algunas veces son los que ganan.” Stephen King.
La película Matilde es un ejemplo del daño que producen unos padres narcisistas. Envolviendo en risas y humor el maltrato infantil se llega a un final sano y feliz.
La película va describiendo el ambiente familiar de Matilde, padres adictos al juego y narcisistas. Padres que cubren sus carencias y heridas con una fachada de mentiras y superioridad que la inteligencia de Matilde detecta rápido. Una mama narcisista infantilizada que sólo se ve a ella. El hermano se anestesia en el drama patológico familiar, Matilde no lo hace y eso la hace sufrir mucho. A esto se añade la directora del colegio, una persona enferma, sádica que disfruta con la humillación y sufrimiento de los pequeños.
Surge un hada madrina, la profesora, ella sí la ve, la escucha, la respeta, la apoya y la ayuda a salir del infierno en el que vive. Le enseña a creer en ella y en su poder interior para pasar de ser la víctima de los adultos que la rodean a una heroína en su mundo, “Todos los niños tienen derecho a defenderse por muy pequeños que sean”.
En un ambiente insano, se castiga al niñ@ por mostrar las incoherencias y meteduras de patas de los adultos alrededor. Hay padres dañados que no distinguen lo que les rodea del infierno que viven dentro (y no notan a veces) y destruyen a su alrededor.
Se consideran un problema las preguntas, habilidades y destrezas de los jóvenes. Hay padres que no soportan la genialidad de sus hij@s y todos tienen a su manera esa genialidad única.
Los rasgos narcisistas y el trastorno narcisista sólo mira la complacencia de sí mism@, la mirada en el ombligo que les ciega, en la superficialidad, en tener más que, en ser más que. Humillan a los hij@s directamente o de maneras sutiles para que quede claro que ellos, padre/madre sabe más, es más listo, poderoso, está por encima, es incuestionable.
Este tipo de personas no conocen la intimidad, el calor amoroso, el contacto nutritivo, el tacto, la mirada incondicional. Pueden hablar de todo ello, pero sólo eso, hablar de…Transmiten frialdad si estas atento, aunque pueden endulzarlo, adornarlo con muchos halagos o palabrería, y pueden entretenerte mucho. La sensación cuando estás con estas personas es que sólo se escuchan a ellas mismas, no escuchan, no ven, no conectan.
Trailer Matilde (1996):