Esta entrada de la compañera psicóloga Lucía, también especialista en el trabajo con trauma es una historia preciosa de lo que es ser un superviviente de trauma, como la escultura de Victoria de Samotracia.
Todo superviviente desea, necesita ser visto, descubierto de debajo de sus síntomas, su dolor, su coraje, su lucha, su valentía, su agotamiento, su no poder más, su basta ya:
“…Así, tal y como la Victoria representa una historia, personas que han vivido traumas también son Dioses alados. También tienen su historia donde perdieron su cabeza y se rompió alguna de sus alas, también quedaron petrificados en la batalla… y en algún momento e incluso creyeron que no tenían o no valían sus manos y sus pies. También quedaron ocultos durante mucho tiempo bajo escombros e incluso vistos como chatarra….”